Venta al por mayor pareo de algodón Brasil

Pareo de algodón al por mayor Brasil al por mayor

Arreglado con un pareo… y una sonrisa. Así pintó Paul Gauguin a las damas polinesias a las que conoció. Atrapados por su pincel, lucen tonos distintivos, descubriendo su ingenua magnificencia con una calidad relajada. Sin restricciones, regular y suave, la vahine aprecia envolverse en una porción de la tela.

Sin adornos, el pāreu ejemplifica por sí solo la inactividad de la isla, este atractivo normal, prácticamente intrínseco, de la vahine. Se relaciona con la vigencia, la somnolencia y la novedad.

Todo el mundo necesita tener un par de ellos en su armario. Es igualado por el pequeño vestido oscuro. Recogemos mucho, lo adquirimos, lo perdemos…

Recto, a la deriva, débil, el pāreu roza el cuerpo, cubre, esconde, o más bien descubre la piel. Es lo principal que quieres ensayar ‘o Tahití. Sigue el balanceo de tus caderas y subraya el desarrollo. Sin duda mejora un tamarau agradable. Lo enrollamos, lo sacudimos, lo sacamos, lo escurrimos y no ahorramos nada de las dificultades de la vida.

Una imagen inmortal:

Nos envolvemos en la dulzura de esta isla mientras escapamos de la ducha, caminamos alrededor de los cocoteros o nos sentamos cerca del océano. El pareo es imperecedero. Un moño improvisado, un pāreu atado rápidamente, un auto detrás de la oreja y fallas en los pies. Algo más allá de un estilo es la declaración de una forma de vida. Desde la desolada vahine frente al mar hasta la māmā limpiando su habitación con un cepillo nī’au, es indisociable del origen que tenemos de la vida isleña. Está inamoviblemente establecido en nuestras tradiciones y mora en la mente creativa agregada.

Sus tonos resplandecientes y sus intrigantes ejemplos transcriben esa joie de vivre, esa calidez regularmente polinesia que se rastrea en el interior de los corazones y sobre los cuerpos. Para animar una pared excesivamente blanca, cubrir edredones, o dar un toque cercano a los asientos de los vehículos, ¡resulta realmente cómodo!

Colgado de la calle, arrastrado por la brisa, guía a los transeúntes hasta el lugar de la fiesta.

En cuanto a los queridos camarones, les gusta sumergirse en un lecho de arroyo hasta la pantorrilla con un pareo atado en la cintura, que se utiliza como red de llegada.

También tiene un papel destacado durante el servicio de boda tradicional polinesio y más explícitamente el de la ‘habitual en Rurutu donde los miembros de la familia y los ocupantes de las ciudades circundantes son bienvenidos a participar en un desfile en el que siguen a los recién casados. y envolverlos con un pareo de doce metros de largo.

Los inicios del pareo:

El calor y la humedad de la Polinesia y la insolación del día a día dificultaban el uso de prendas pesadas. En la actualidad, las islas pierden la marca en las sustancias naturales importantes para la creación de texturas, no había vellón, seda ni cáñamo. Inmediatamente se convirtió en crucial para ver como otra opción. En consecuencia, el pareo procede de la tapa, un material vegetal elaborado a partir de la corteza. Los tupuna solían atar una enorme porción de tela no tejida alrededor de su abdomen. Llamado ka’ en el archipiélago de las Marquesas, la última opción se conoce como pāreu en las islas públicas generales.